Reflexiones de un Superviviente

HISTORIAS DE CANDIDO

RELATOS VECINALES,  EL CIRCO DE LA APROBACIÓN

            Hace cuatro años (2007), el Ayuntamiento de Alcalá de Henares estaba inmerso en una nueva división administrativa de la ciudad, por población e imperativo legal había creado las Juntas de Distrito, junto con este cambio administrativo debía aprobar un nuevo reglamento de participación ciudadana, para este reglamento, se creó una comisión compuesta por 8 concejales electos del PP, PSOE e IU y dos representantes de la  Federación Comarcal de Asociaciones de Vecinos, uno de estos dos vecinos es un  amigo y la persona que me impulsa a escribir.

La memoria de lo que allí paso, de lo que fue actor y testigo es digno de conocerse en una sociedad que se declara democrática. La comisión discutió varios días sobre un borrador previamente preparado, llegando en uno de sus momentos a un punto que trataba de la forma de elegir a los componentes de un Órgano Consultivo, el Consejo de la Ciudad. La propuesta inicial consistía en una representación que abarcaba, a Instituciones, Asociaciones, Organizaciones Empresariales y Alcalaínos distinguidos, hasta ahí todo era  correcto, pero en este Consejo, el Alcalde se autoproclamaba su Presidente, y la libre designación a dedo de un cuarto de esos Consejeros, este amigo en al que en adelante llamare Atila, les planteo  sus dudas sobre la conveniencia de que en el Consejo, estuvieran estos Consejeros a dedo y el propio Alcalde, con el siguiente parlamento.

Atila, se dirigió hacia todos los Concejales, empezó diciendo, que al ser más jóvenes que él en una mayoría, quizá no hubieran oído hablar de Las Cortes Franquistas, pero que las trazas y formas eran las mismas, aunque más modestas pues mientras que Franco se atribuía el derecho incuestionable, de designar a un tercio, “Bartolo”, cariñoso nombre por el que se conoce al actual Alcalde de Alcalá, se adjudicaba el derecho de solo designar a un cuarto, Jesús Domínguez, presidente de la comisión le contesto a Atila, que eso no era cierto, que no  se llegaba al cuarto.

Atila le estaba esperando con los cañones cargados, la segunda andanada fue directamente a la línea de flotación, le dijo que tenía que sumar al autoproclamado Presidente, y que no tenía sentido limitar el ingreso de organizaciones y ciudadanos sin vinculación a políticos. Cuyas iniciativas individuales o colectivas harían unas propuestas sin los condicionantes de estómagos agradecidos, haciendo más efectivo y justo el gobierno del Municipio y por lo tanto la calidad del servicio público a los ciudadanos, consiguiendo una mejor información de sus necesidades y anhelos.

En suma una mayor capacidad para escuchar y oír a la ciudadanía mejorando la calidad en servicios y gestión del Ayuntamiento, por lo tanto la Federación de la que Atila y Juan eran representantes, no daba su apoyo a  esa fórmula de representación, callo  y espero un apoyo de la oposición que nunca llego.

Francisco Calles y su compañero de IU, le miraron con cierta sorna, como preguntándole sin decir nada, ¿dónde te crees que estas?, y Pablo González, presente en la sala, y portavoz municipal del PSOE, no dijo nada, Domínguez volvió a tomar la palabra, dijo que hablaría con Bartolomé de este asunto, y que nos daría  su contestación. Siguieron hablando de otros temas, siendo ese día el último en que esa comisión se reunió, dando la callada por respuesta. Al salir de la sala Pablo González se acerco a Atila y su compañero Juan para decirles que aquella noche iría a la sede de La Federación Comarcal para presentarles a Javier Rodríguez Palacios, como el nuevo cabeza de lista del PSOE a la Alcaldía de Alcalá, después de quedar con Pablo, Atila y Juan,  salieron a la plaza de Cervantes, comentando y evaluando la situación, Atila fue lapidario en su último comentario, esto se aprobara después de las elecciones, con otra comisión y tu y yo no estaremos.

Quiso la casualidad, que aquella noche Atila y Juan, coincidieran con Pablo y Javier, antes de entrar en la sede de Federación de la calle Pascual y Cuellar, Atila no se lo pensó, se dirigió directamente a Pablo y le pregunto, ¿vosotros habéis llegado a un acuerdo con el PP, para la redacción de ese borrador tal y como esta?, Pablo le contesto, bueno siempre hay que ceder unas cosas por otras, Atila le miro, pensó que no merecía la pena discutir, aquella batalla estaba perdida de antemano, era una contestación cínica, falsa y retorcida.

Los intereses de los dos grandes partidos, coincidían en amordazar al futuro Consejo de la Ciudad. Se encaro con el joven que acompañaba a Pablo, le tendió la mano y dijo hola soy Atilano, el joven se la estrecho, mientras sonriendo le decía que era Javier, Pablo realizo las presentaciones formales, Y entraron los cuatro juntos, para cumplir el ritual que en tiempo de elecciones, hacen todos los candidatos, escuchar las demandas de asociaciones como la Federación, sana costumbre que todos olvidan rápidamente, pasado el periodo electoral, a Atila y Juan les quedo el consuelo de que al menos, ellos se  habían negado a participar en el circo de la aprobación.

Con chanza, este sistema de constitución del Consejo de la Ciudad, se repite a lo largo y ancho de España, al margen de los colores del Ayuntamiento, es una burla pues que hoy la Agencia Tributaria, haya dicho que ha detectado fraude entre pequeños contribuyentes, ¿les van a embargar el paro o la jubilación?, en un verdadero alarde de justicia social, para que Consejeros y Asesores puedan seguir cobrando.

            España 9 de Febrero de 2011

            Cándido Villalazan Congreso